El nuevo paradigma de desarrollo sustentable

¿Qué es el Paradigma de sustentabilidad?

El paradigma de sustentabilidad es un enfoque holístico que busca integrar la protección del medio ambiente, el bienestar social y el desarrollo económico en un enfoque integral y equilibrado. Este paradigma reconoce la interconexión e interdependencia de estos tres aspectos y se basa en la idea de que para lograr un desarrollo sostenible, es necesario tener en cuenta los impactos ambientales, sociales y económicos de las actividades humanas.

El paradigma de sustentabilidad se centra en la promoción de la sostenibilidad a largo plazo, es decir, en asegurar que las generaciones actuales y futuras tengan acceso a los recursos necesarios para satisfacer sus necesidades. Para lograr esto, el paradigma de sustentabilidad promueve la adopción de prácticas y políticas que minimicen el impacto ambiental, fomenten la justicia social y promuevan el crecimiento económico sostenible.

En este paradigma, la sustentabilidad se considera un proceso continuo de mejora, donde las decisiones y acciones se basan en la comprensión de las interacciones entre los sistemas ambientales, económicos y sociales. En lugar de centrarse solo en la mitigación de los impactos negativos, el paradigma de sustentabilidad promueve la adopción de un enfoque preventivo que se anticipa a los impactos negativos y los previene antes de que ocurran.

¿Qué busca el paradigma de sustentabilidad?

En resumen, el paradigma de sustentabilidad es un enfoque holístico que busca integrar la protección del medio ambiente, el bienestar social y el desarrollo económico en un enfoque equilibrado y sostenible. Se basa en la idea de que el desarrollo sostenible requiere la adopción de prácticas y políticas que minimicen los impactos ambientales, promuevan la justicia social y fomenten el crecimiento económico sostenible

 

La noción de desarrollo sustentable tiene su origen contemporáneo en el debate internacional iniciado en 1972 en Estocolmo y consolidado veinte años más tarde en Rio de Janeiro. Pese a la variedad de interpretaciones existentes en la literatura y en el discurso político, la gran mayoría de las concepciones respecto del desarrollo sustentable representan la definición sugerida por la Comisión Mundial sobre Medio Ambiente y Desarrollo, presidida por la entonces Primer Ministra de Noruega, Gro Brundtland (1987). El desarrollo sustentable es aquel que satisface las necesidades de las generaciones presentes, sin comprometer la capacidad de las generaciones futuras para satisfacer sus propias necesidades.

Paradigma del desarrollo sustentable

El proceso de desarrollo ha estado históricamente centrado en los seres humanos. Sin embargo, hoy en día es importante abogar por un nuevo estilo de desarrollo que sea ambientalmente sustentable en el acceso y uso de los recursos naturales y en la preservación de la biodiversidad. Esto implica ser socialmente sustentable en la reducción de la pobreza y de las desigualdades sociales y promover la justicia y la equidad. Además, debe ser culturalmente sustentable en la conservación del sistema de valores, prácticas y símbolos de identidad que determinan la integración nacional a través del tiempo y políticamente sustentable al profundizar la democracia y garantizar el acceso y la participación de todos en la toma de decisiones públicas.

Este nuevo estilo de desarrollo tiene como objetivo una nueva ética del desarrollo. Esta ética pone en primer plano la subordinación de los objetivos económicos de progreso a las leyes de funcionamiento de los sistemas naturales y a los criterios de respeto a la dignidad humana y de mejoría de la calidad de vida de las personas. De esta manera, se busca lograr un equilibrio entre el desarrollo económico, social, cultural y político que sea sostenible a largo plazo y que no comprometa los recursos para las futuras generaciones.

Nuevo paradigma

La adopción de un nuevo estilo de desarrollo sustentable no solo implica una responsabilidad compartida entre los diferentes actores y sectores involucrados, sino que también requiere la creación de políticas y estrategias que fomenten la integración y la coordinación de las distintas dimensiones del desarrollo. Además, es necesario que los ciudadanos estén conscientes de la importancia de estos objetivos y de su papel en la toma de decisiones y en la implementación de acciones en pro de la sustentabilidad.

En definitiva, el nuevo estilo de desarrollo sustentable propone un cambio de paradigma en la forma de entender el progreso y el desarrollo humano. Se trata de un enfoque holístico que busca integrar las diferentes dimensiones del desarrollo en un enfoque equilibrado y sostenible que tenga como prioridad la preservación de los recursos naturales y el bienestar de las personas. Este paradigma tiene como norte una nueva ética del desarrollo que promueve la subordinación de los objetivos económicos al bienestar humano y al respeto por la naturaleza.

Dimensiones de paradigma de sustentabilidad

Conviene precisar más detalladamente las distintas dimensiones que componen el paradigma de desarrollo sustentable. Desde luego, éste se refiere a un paradigma de desarrollo y no de crecimiento, por dos razones fundamentales.

En primer lugar, por establecer un límite ecológico al proceso de crecimiento económico. Contrarrestando la noción de que no se puede acceder al desarrollo sustentable sin crecimiento, el paradigma de la sustentabilidad supone que el crecimiento (definido como incremento monetario del producto y tal como lo hemos estado experimentando) constituye un componente intrínseco de la insustentabilidad actual. Por otro lado, para que exista el desarrollo es necesario, más que la simple acumulación de bienes y de servicios, se requieren cambios cualitativos en la calidad de vida y en la felicidad de las personas, aspectos que, más que las dimensiones mercantiles transaccionadas en el mercado, incluyen dimensiones sociales, culturales, estéticas y de satisfacción de necesidades materiales y espirituales.  Con referencia a ese primer aspecto del paradigma (del desplazamiento del crecimiento como un fin último hacia el desarrollo como proceso de cambio cualitativo).

Bien dicen que solo existe dos personas que consideran que un crecimiento puede ser infinito en un espacio finito (planeta Tierra); un loco y un economista, poco a poco diversas voces a nivel mundial se alzan para enfrentar esta realidad y brindar un nuevo camino de civilización, donde más allá del crecimiento económico se tenga un desarrollo sustentable, donde se considere el ser humano y su entorno ecológico inmerso en un proceso económico, esta idea poco a poco irá permeando diversas esferas políticas, académicas, sociales y económicas para abrir un nuevo campo de acción para el proceso civilizatorio del siglo XXI. 

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