¿Cómo medir la efectividad en el ahorro de costos y disminuir el impacto ambiental?

Muchas organizaciones desde hace varios meses o incluso años han decidido establecer uno o más indicadores clave de rendimiento económico y ambiental para el control de los costos y de esta manera incrementar su productividad o mejorar su imagen ante los grupos de interés, la pregunta que surge es ¿cómo se ha asegurado de que las mediciones verdaderamente guían una estrategia exitosa para apoyar los objetivos estratégicos como la competitividad y la mejora del margen de utilidad, además, por supuesto de cuidar el ambiente?

 

Es interesante y a veces increíble cuando se observa la forma en que diversas organizaciones, de todos tamaños, tienen estructuras sólidas para sus mediciones en todos los niveles y en todos los procedimientos, pero cuando se llega al tema ambiental, se carece, en la mayoría de los casos, de objetividad para la medición y por lo tanto para el control y la mejora, un ejemplo sería medir el consumo de energía de un periodo a otro, ¿esto no dice nada acerca de si usted tiene un ahorro debido a una mejor estrategia ambiental o si hubo un descenso en la producción y por eso se redujo en consecuencia el nivel de energía? Por lo tanto no se puede evaluar la estrategia ambiental realizada, el nivel de costo bajará pero no se sabe a ciencia cierta por qué fue.

 

Esta simple acción no tiene en cuenta los aspectos fundamentales y podría darle una perspectiva equivocada de su situación. Para realizar una medición que verdaderamente agregue valor hay que considerar:

 

  • Nivel de actividad (industrial, comercial, servicios)
  • Tamaño de la empresa (pequeña, mediana, grande)
  • Mejores prácticas de operación (a nivel nacional e internacional)
  • Precios unitarios
  • Históricos al menos de 12 meses
  • Perspectiva de crecimiento de su sector y de su empresa

 

Se debe tener en cuenta el nivel de actividad de su organización, no es lo mismo trabajar al 100% que al 70%, esto tiene que ver con sus costos fijos y variables, todo gerente conoce esto, desafortunadamente energía, agua e impresión se seguirá utilizando de la misma forma sea que su organización facture al 100% o al 70% por lo que es VITAL comenzar a medir estos elementos que son considerados como gastos fijos pero que poco a poco van incrementando el precio final de los productos o servicios que vende su organización.

 

Mejores prácticas ambientales.

 

Es cierto que cada organización tiene su propia realidad, sería ilusorio pensar que las mismas acciones que se realizan en una empresa grande del sector manufactura en Monterrey se aplicaran de la misma forma a una empresa mediana del sector servicios en Guadalajara, los enfoques cambian totalmente, pero la esencia sigue siendo la misma: “Usar eficientemente los recursos para generar ahorros y mejorar el ambiente”

 

Veamos algunos ejemplos reales y prácticos. Una ocasión se nos invitó a participar en una empresa del sector servicios financieros, con más de 20 años en el mercado mexicano, una exitosa trayectoria, durante estos 20 años las cosas se habían estandarizado y se habían realizado procedimientos que funcionaban bien, de hecho ya estaban certificados con ISO 9001, pero la tecnología cambia y muchas veces los procedimientos NO, debido a lo anterior observamos que la forma de trabajar de esta empresa era muy adecuada, casi similar a la de sus competidores pero la tecnología avanza y ofrece nuevas formas de hacer las cosas, lo cual resulta en menos tiempo, menos recursos (impresiones que son hojas y toner) y por lo tanto en un costo menor que se refleja en una mayor utilidad o en un precio final menor. Se analizó la opción de digitalizar algunos procesos, lo cual requirió tiempo, esfuerzo y una inversión económica importante, la cual fue respaldada por un análisis de Retorno de Inversión el cual justificaba esta decisión ante dirección general. El cambio se realizó, al inicio fue complicado el adaptarse a nuevas formas de realizar el proceso y por lo tanto estandarizar un procedimiento y documentarlo para ISO 9001, pero al cabo de los meses, la nueva forma de trabajo representó menos errores humanos, junto con menos utilización de impresiones (hojas y toner) de esta forma se ahorró dinero ….. y por cierto también se minimizó su impacto en el medio ambiente y contribuyó, juntos con muchas acciones más, a que obtuvieran el distintivo de Responsabilidad Social Empresarial.

 

Hasta el momento que en México se comience a entender que las mejores prácticas ambientales resultan en mayor utilidad o menor precio final comenzaremos a avanzar en la protección ambiental, desafortunadamente el tema ecológico solo se ve como legislación y multas, seguimos con la imagen del castigo y el premio, como país y como empresarios tenemos que madurar esta mentalidad para ser más proactivos entendiendo que el medio ambiente es “Utilidad” y solo basta con realizar los análisis de retornos de inversión sobre algunos procesos donde se utilice agua, energía, impresiones, etc, y de esta manera tener elementos objetivos que dirijan las siguientes inversiones que se realizarán, tomando en cuenta más allá de solo el aspecto económico, los nuevos socios que son los grupo de interés, quienes determinarán el éxito o fracaso de la empresa durante los próximos años.

 

El control de costos es una actividad crítica para proteger el margen de utilidad y asegurar la competitividad en un mercado cada vez más saturado por la competencia nacional e internacional. Si este control de costos es eficiente y puede considerar al medio ambiente como un aliado será en beneficio de la utilidad y/o precio final y en beneficio de los grupos de interés. Se escucha soñador pero posiblemente su competencia ya lo identificó y están comenzando a obtener sus primeros frutos.

Si tienes alguna duda, sugerencia o quieres que se aborde un tema para generar ahorros y cuidar el ambiente, por favor escríbenos consultoria@oficinaverde.org.mx

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