1. ¿Qué son los aspectos e impactos ambientales?
identificación de aspectos ambientales: Todas las organizaciones, como consecuencia de su actividad, repercuten sobre el medio ambiente, generando, en mayor o menor medida, un impacto ambiental.
Hoy en día la sociedad demanda a las organizaciones que se impliquen en el cuidado del medio ambiente y en respuesta a estas exigencias las organizaciones han visto en los Sistemas de Gestión Ambiental una oportunidad para mejorar su comportamiento ambiental. en este curso aspectos ambientales
La implantación de un sistema de gestión ambiental permite a la organización identificar aquellos aspectos ambientales derivados de su actividad que puedan tener un impacto sobre el medio ambiente y, en consecuencia, establecer las acciones pertinentes para actuar sobre ellos y minimizar su impacto.
- Aspecto Ambiental: elemento de las actividades, productos o servicios de una organización que puede interactuar con el medio ambiente.
- Impacto Ambiental: cualquier cambio en el medio ambiente, sea adverso o beneficioso, como resultado total o parcial de los aspectos ambientales.
Se puede decir que, los aspectos ambientales, son aquellas partes resultantes de una actividad, producto o servicio, que pueden repercutir sobre las condiciones naturales del medio ambiente, danto lugar a alteraciones o modificaciones específicas (impacto ambiental). Es decir, existe por lo tanto una relación: causa y efecto.
Para poder actuar sobre los impactos ambientales, previamente la organización debe identificar todos sus aspectos ambientales, para seguidamente evaluarlos y priorizar sobre los que va a actuar.
Para realizar con éxito esta identificación y evaluación de sus aspectos ambientales, la organización debe tener clara cuáles son sus posibles áreas de incidencia y, en consecuencia, sus los impactos ambientales que genera o puede generar.
En resumen, para actuar sobre los impactos ambientales, el primer paso que se debe dar es identificar los aspectos ambientales asociados a la organización, para seguidamente evaluarlos y determinar cuáles son prioritarios, es decir, los que potencialmente pueden generar un mayor
impacto ambiental, y, en consecuencia, para poder actuar sobre ellos.
2. identificación de aspectos ambientales y evaluación
Para conocer cuáles son las circunstancias en las que las actividades, productos y servicios interactúan con el medio ambiente y, por tanto, cuáles son los impactos ambientales, es imprescindible conocer los aspectos ambientales asociados a esos impactos.
“La identificación de los aspectos ambientales debe de hacer referencia tanto a las actividades
desarrolladas por la organización, como a los productos o servicios de la misma”
Los aspectos ambientales identificados han de ser todos aquellos asociados a las actividades, productos o servicios que la organización pueda controlar y sobre los que se pueda esperar que tenga influencia.
Esto implica la definición de dos procesos diferenciados de identificación para dos categorías distintas de aspectos ambientales:
- Los asociados a las organizaciones y las actividades desarrolladas por las mismas para la fabricación de sus productos y prestación de sus servicios.
- Los asociados a los productos fabricados (tratando de minimizar los principales impactos ambientales en todo el ciclo de vida del producto).
En la identificación de los aspectos ambientales la organización debe tener en cuenta las distintas condiciones en las que realiza su actividad, así como los distintos procesos y operaciones.
Para obtener unos resultados óptimos es importante seguir una serie de pasos:
- Determinar las condiciones de funcionamiento y circunstancias en las que se deben identificar los aspectos.
- Identificar operaciones y procesos en las actividades y operaciones definidas en la etapa anterior.
- Análisis de las etapas asociadas a las operaciones y procesos.
- Identificación de aspectos en cada una de las etapas.
- Elaboración de formatos y registro de aspectos.
Es importante señalar que la identificación de los aspectos ambientales se debe llevar a cabo al principio de la implantación del Sistema de Gestión Ambiental y, posteriormente, se considera apropiado que se lleve a cabo con una periodicidad anual o cuando se produzca algún cambio en las actividades, productos o servicios que suponga la aparición de nuevos aspectos ambientales o modificaciones significativas en los aspectos ya identificados.
2.1. Determinar las condiciones de funcionamiento y circunstancias en las que deben identificarse los aspectos
Se deben establecer las diferentes condiciones de funcionamiento a tener en cuenta:
- Condiciones normales.
- Condiciones anormales (arranques, paradas, mantenimientos, etc.).
- Situaciones de incidentes, accidentes o situaciones de emergencia (vertidos accidentales, fugas, incendios, etc.).
Además, debe contemplarse la dimensión temporal, es decir deben incluirse tanto los aspectos ambientales generados como consecuencia del desarrollo actual de la actividad, como los posibles aspectos derivados de actividades pasadas y futuras.
2.2. Identificar las operaciones y procesos
La organización debe desglosar todas las operaciones y procesos asociados a su actividad, producto o servicio susceptibles de generar un impacto sobre el medio ambiente, tanto en situaciones normales como anormales de funcionamiento.
Una herramienta sencilla para realizar esta identificación son los diagramas de flujo que permiten a la organización visualizar todas las operaciones o etapas asociadas a la fabricación
de un producto, a la prestación de un servicio o a la ejecución de una actividad. Además, es muy útil y práctico disponer de un plano de la empresa, donde se pueden identificar las diferentes actividades e instalaciones.
Para realizar este análisis se recomienda comenzar identificando las actividades fundamentales asociadas a la actividad, fabricación del producto o la prestación del servicio y continuar identificando las posibles operaciones auxiliares que existan (servicios administrativos, mantenimiento instalaciones, comedor, etc.).
2.3. Analizar las etapas
Una vez seleccionados las operaciones y procesos se debe:
- Analizar cada una de las operaciones o etapas de todos los diagramas de flujo; identificando para cada una de ellas todas las entradas (consumos de agua, energía, combustible, materiales y consumibles, etc.). y salidas (vertidos aguas, residuos, emisiones, etc.), incluyendo actividades principales, auxiliares y de servicios. Estas entradas y salidas constituyen los aspectos ambientales
- Concretar las situaciones de riesgo particularizando el riesgo por zonas
- Identificar las fases del ciclo de vida del producto a partir de las cuales se identificarán los aspectos. Se recomienda tener en cuenta fases o etapas en las que la empresa tenga más capacidad de actuación, como son la fase de uso, transporte a cliente, uso de materiales que componen en producto y envases
2.4. Identificar los aspectos
Cuando la organización ya ha desglosado las distintas operaciones y situaciones en las que se genera un impacto ambiental, el siguiente paso consiste en definir de forma concisa cada uno de los aspectos ambientales identificados para poder obtener los datos necesarios de cada aspecto.
Para realizar esta identificación de los aspectos ambientales ser recomienda clasificar en categorías todos los aspectos que se han definido: emisiones atmosféricas, residuos peligrosos, residuos inertes, vertidos de agua, consumo de energía, consumo de agua, etc.
Otro tipo de información que debe tenerse en cuenta para cada aspecto es:
- La Magnitud del aspecto: es decir la cantidad. Para cuantificar un aspecto es importante definir previamente las unidades: datos absolutos (kilos, toneladas, etc.) o relativos (Toneladas de residuo/volumen de producción).
- Tener en cuenta períodos concretos a la hora de tomar los datos, de forma que se garantice una comparación objetiva.
- Determinar el origen del aspecto en cada una de las entradas a los distintos procesos identificados (consumo de agua de red, consumo papel reciclado, etc.) y, también, el destino final de los aspectos de salida (vertido a colector, deposición en vertedero, etc.).
- Contemplar las características físico-químicas, al menos de forma aproximada y cualitativa, para posteriormente poder determinar la propia tipificación del aspecto en una categoría o en otra (por ejemplo, un residuo puede ser clasificado como industrial o como peligroso en función de sus características físico-químicas).
2.5. Registrar los aspectos identificados
El último paso en este proceso de identificación de los aspectos ambientales asociados a la actividad y/o producto de una organización será su registro. Cada organización define el modelo y cantidad de formatos a utilizar para este tipo de registros, pudiéndose crear distintos formatos
para cada una de las situaciones: condiciones normales, anormales, de emergencia y para aspectos de producto.
Los registros permitirán a la organización visualizar el total de los aspectos con todos los datos que ha recopilado: etapa/proceso en el que se genera, magnitud, características físico-químicas, causas de la generación y medio al que afecta.
3. Evaluación de aspectos ambientales
Una vez identificados los aspectos ambientales, la organización deberá definir unos criterios para evaluar la importancia de los mismos, es decir, deberá establecer unos criterios que condicionarán el que un aspecto ambiental tenga impactos significativos y, por tanto, sea a su vez significativo.
“Los criterios empleados para medir la significancia de cada uno de los aspectos identificados, son definidos por cada organización”
A la hora de realizar le evaluación de los aspectos ambientales previamente identificados, cada organización define los criterios en los que se basará para determinar la importancia del impacto causado por cada uno de los aspectos. Estos criterios de evaluación deben ser deben ser:
- Generales (para que puedan ser aplicados a diferentes aspectos ambientales).
- Reproducibles (para que puedan ser aplicados a los mismos aspectos ambientales en condiciones o situaciones diferentes).
- Aptos para ser sometidos a una comprobación independiente (para que puedan ser aplicados por diferentes personas y el resultado sea el mismo).
“La evaluación se hará sobre todos los aspectos ambientales generados en condiciones de funcionamiento tanto normales, anormales, como en caso de incidentes y accidentes o situaciones de emergencia”
3.1. Condiciones normales / anormales
Los criterios que se deben definir en condiciones normales y anormales de funcionamiento de la organización podrían ser:
3.1.1. Magnitud
La magnitud del aspecto puede considerarse como:
- La cantidad o volumen del aspecto generado, emitido, vertido o consumido. Principalmente se aplica aspectos ambientales de consumo de materias o sustancias, consumo de agua y energía, generación de residuos, etc. A la hora de recoger este dato puede hacerse de dos modos, de manera absoluta (toneladas, kilogramos, etc.) o de manera relativa (toneladas emisiones/ horas trabajadas).
- La frecuencia, haciendo referencia a la duración o repetición del aspecto ambiental. Este criterio suele aplicarse a aspectos como el ruido generado, emisiones, olores, etc.
- La extensión, referida a la zona o superficie afectada. Este criterio se aplica principalmente al aspecto de suelos contaminados.
3.1.2. Peligrosidad
Esto es la peligrosidad, gravedad o toxicidad. Este criterio es interpretado como la propiedad que puede caracterizar a un aspecto ambiental, otorgando mayor significancia a aquellos que por su naturaleza son más dañinos para el medio ambiente.
3.1.3. Acercamiento a límites de referencia
Este criterio refleja la repercusión que puede tener un aspecto cuanto más se aproxime a un límite legal o previamente definido. Sin embargo, en el criterio que se defina no deberá contemplarse la posibilidad de que se sobrepase el límite legal, ya que esto no sería coherente con el compromiso de cumplimiento de la legislación ambiental expresado por la organización en su política ambiental.
3.1.4. Sensibilidad del medio
Se debe de tener en consideración que en una organización la afección o el impacto ambiental que genera un aspecto ambiental se encuentra directamente relacionado con el entorno en el que se produce.
Por tanto, a la hora de establecer la escala de valores del criterio, se realizará de manera que se atribuya a un aspecto más importancia o significancia cuando se encuentra en un entorno más sensible para el medio ambiente.
3.1.5. Estado de regulación
Este criterio se interpreta como la existencia de algún requisito legal u otro tipo de requisito (códigos de buenas prácticas industriales, acuerdos con autoridades públicas, etc.) a los que la organización se somete y que son aplicables al aspecto ambiental. De forma que se proporciona
un mayor o menor valor al aspecto en función de que existan o no requisitos aplicables.
4. Priorización de aspectos ambientales
Tras definir cada organización su esquema de evaluación, deberá aplicar el mismo sistema para la evaluación de todos los aspectos ambientales, ya que, si se utilizan diferentes esquemas o modos de evaluación, el resultado obtenido no podrá ser comparado.
Una vez identificados y evaluados los aspectos ambientales, la organización deberá determinar aquellos aspectos que tienen o pueden tener un impacto ambiental significativo, es decir, debe determinar cuáles son los aspectos ambientales significativos para la organización.
Debe ser la propia organización la que defina los límites para establecer la significancia o importancia de los aspectos. A continuación, se establecen varias maneras de determinar la significancia:
- Matriz de significancia: se aplicar para aquellas evaluaciones calculadas de manera cualitativa y se determina la significancia por medio de una matriz de evaluación. Por lo tanto, para cada aspecto identificado, y una vez obtenidos los resultados para cada criterio seleccionado, se consultará la matriz de significancia para determinar qué aspecto es o no significativo.
- Valoración porcentual: se aplica principalmente para las evaluaciones cuantitativas. Tras obtener la valoración global de cada aspecto por medio de un valor numérico, se considera como aspecto significativo los aspectos que hayan obtenido la puntuación más alta. Estableciéndose como límite de puntuación más alta un porcentaje en lugar de un valor determinado, por ejemplo, se establece que son significativos el 10% de los aspectos que han obtenido la puntuación más alta.
- Estado de regulación: se aplica indistintamente para evaluaciones cuantitativas o cualitativas. Dada la importancia que tiene la legislación ambiental en medio ambiente, se establece un rango que determina como aspectos significativos a aquellos que están regulado por la legislación vigente.
- Interés de los afectados: se aplica para evaluaciones cuantitativas o cualitativas. Se determina el grado de significancia de un aspecto teniendo en consideración a las partes interesadas externas. De manera, que se establece que un aspecto ambiental es significativo y, por tanto, prioritario, cuando existen quejas o denuncias asociadas al mismo, por tanto, se consideran aspectos ambientales significativos, aquellos que están regulados por legislación vigente.
Tras terminar con la evaluación y determinación de aspectos significativos, el resultado final de la evaluación de los aspectos ambientales debe ser coherente con la situación real de la organización. En este sentido, no sería razonable que la evaluación diera que todos los aspectos
ambientales generados en una organización no son significativos.
Asimismo, cabe comentar, que no debe despreciarse en el posterior desarrollo e implantación del Sistema de Gestión Ambiental aquellos aspectos ambientales evaluados como “no significativos”, ya que, aunque el esfuerzo de la organización debe ir encaminado a la reducción de los aspectos ambientales significativos no debemos dejar de considerar, en el establecimiento de objetivos y metas, aquellos aspectos ambientales clasificados como no significativos.
Finalmente, la organización debe registrar toda esta información en un documento cuyo formato, previamente, ha definido la propia organización. Este registro permite a la organización visualizar el total de los aspectos con toda la información recopilada para cada uno de ellos.
Como ya se ha comentado, cada organización define su modelo de registro, pero se debe insistir en la importancia de establecer un modelo que permita a la organización disponer del máximo de información posible en un único registro: el valor de Significativo (S) o no (NS), la identificación de aspectos y los criterios definidos de evaluación.
5. Establecimiento de objetivos, metas y programas ambientales
Tal y como se ha comentado anteriormente, no todos los aspectos ambientales identificados tienen la misma importancia y es, el proceso de evaluación el que permite valorar dicha importancia. Posteriormente, estos aspectos ambientales que se han evaluado como significativos se tendrán en consideración para que la empresa establezca objetivos y metas ambientales.
“En este sentido, la empresa puede establecer los puntos de actuación y las medidas de mejora, asegurándose que el Sistema de Gestión Ambiental es eficaz para avanzar en un proceso de mejora continua”
Este avance continuo se concreta, por tanto, en unos objetivos y metas ambientales que permiten a la organización, a través de los resultados obtenidos, medir y evaluar el rendimiento ambiental de la misma.
Es decir, los objetivos y metas ayudan a trasladar la intención en acción. Por tanto, deben incluirse en los planes estratégicos de la empresa y pueden facilitar la integración de la gestión ambiental con otros procesos de gestión del negocio.
Determinar qué objetivos y metas son los adecuados para la organización, y si éstos son exigibles a toda la organización o a unidades individuales determinadas, es importante.
A la hora de establecer los objetivos se tendrá en cuenta la política ambiental adoptada por la organización, los requisitos legales y financieros y los aspectos ambientales significativos detectados, sin olvidar las opiniones de las partes interesadas.
Los objetivos ambientales han de programarse cronológicamente y cuantificarse en la medida de lo posible, procurando a la vez que sean alcanzables.
Para conseguir estos objetivos globales la organización ha de establecer unos objetivos parciales (metas) que pueda medir y evaluar.
Por tanto, los objetivos ambientales se plantearán bajo un análisis coste-beneficio en el que se evaluará la inversión que supone la adopción de las medidas frente a los beneficios que nos reporta la mejora de la calidad ambiental y de imagen de la empresa valorada a través de los gastos que nos ahorramos.
Este análisis nos permitirá seleccionar el tipo de objetivo, su cuantificación y su desarrollo en el tiempo.
Para evaluar la eficacia de dichas medidas se establecerán indicadores de eficiencia ambiental que nos sirvan para medir el grado de cumplimiento que vamos consiguiendo.
Los indicadores ambientales en su sentido más amplio se pueden definir como elementos de información que permiten detectar las condiciones cambiantes y sus tendencias, evaluar los resultados de la política de gestión ambiental, así como el grado de cumplimiento de los compromisos adquiridos, sirviendo todo ello de referencia para, en primer lugar medir y describir la evolución de la propia empresa, y en segundo lugar, contrastar el comportamiento ambiental de una empresa con el de otras empresas del sector (siempre que existan datos comparativos).
Por otro lado, los programas de gestión ambiental constituyen una descripción documentada de los medios que la empresa destina a lograr los objetivos y metas ambientales definidas.
“La eficiencia ambiental de una empresa se evalúa en función de los objetivos ambientales alcanzados”
Los programas de gestión han de ser dinámicos y deben revisarse periódicamente para integrar los cambios de los objetivos y metas ambientales establecidos por la empresa.
Honor a quien honor merece:
Queremos dar crédito a la organización y personas que elaboraron el material de donde se hizo el presente resumen. Identificación y evaluación de aspectos ambientales España